Madrid: con Marina la zarzuela si fa opera

L’opera che nacque come Zarzuela,
divenne Opera
e il tempo l’ha resa indimenticabile.

La Stagione 2024-2025 si apre al madrileno Teatro de la Zarzuela con una delle opere più amate dal pubblico, che ha spesso occupato il ruolo di protagonista nelle stagioni precedenti. Si tratta di Marina, l’opera di Emilio Arrieta su libretto di Francisco Camprodón e Miguel Ramos Carrión, la cui storia è tanto affascinante quanto l’opera stessa. Fu infatti rappresentata per la prima volta al maestoso Teatro Real nel 1871, ben sedici anni dopo la sua nascita come zarzuela.

In questa occasione, la regia è affidata alla sempre impeccabile Barbara Lluch, mentre la direzione musicale è nelle mani del geniale José Miguel Pérez-Sierra, alla guida dell’Orchestra della Comunità di Madrid.

La musica domina e pervade ogni cosa. Ogni nota della partitura è un vero e proprio gioiello. La qualità della composizione musicale è di altissimo livello: ha una sua personalità, un fine e una finalità, e possiede una presenza emozionante e commovente. Raramente un’opera invita a chiudere gli occhi e ad ascoltare soltanto; il suono che accompagna rende l’esperienza ancora più straordinaria.

E, quando si parla delle voci, è doveroso un capitolo a parte.

La qualità vocale di questa Marina è incomparabile e suscita nel pubblico una profonda emozione, con applausi incessanti per tutta la durata della rappresentazione. Iniziamo, naturalmente, dalle dame, e in particolare da Sabina Puértolas, soprano di Saragozza, dotata di una voce semplicemente magnifica. Quando un’artista conosce a fondo il proprio strumento, lo padroneggia con sicurezza e forza, non solo perché ha fiducia in se stessa, ma anche perché si conosce profondamente. I virtuosismi vocali che Sabina esegue con grande maestria non solo arricchiscono il suo personaggio, ma incantano il pubblico. La sua interpretazione di Marina è semplicemente sublime, frutto di un’educazione musicale raffinata presso l’Accademia Musicale Chigiana di Siena e l’Accademia Verdiana del Teatro Regio di Busseto, sotto la guida del grande Carlo Bergonzi.

Tra gli uomini spicca il tenore lirico gaditano Ismael Jordi, che porta in scena un Jorge tutto suo, di grande successo. La sua voce è meravigliosa, potente, e la sua presenza scenica incanta. Un artista che sa imporsi sul palcoscenico e che riesce a connettersi profondamente con il pubblico. Così come è stato applaudito nei teatri italiani, come il Teatro dell’Opera di Roma con Rigoletto, il Teatro San Carlo di Napoli con La traviata e Lucia di Lammermoor, e il Teatro La Fenice di Venezia con La traviata, Jordi brilla anche in questa Marina, insieme al Roque di Juan Jesús Rodríguez, baritono verdiano dotato di una linea di canto flessibile e virtuosistica. Da menzionare anche Rubén Amoretti, basso-baritono con una voce così versatile da rendere il suo Pascual un’interpretazione magistrale, degna di applausi. Artisti e voci straordinarie che contribuiscono a rendere questa rappresentazione scenicamente ineccepibile.

Marina è una storia semplice e lineare, priva di trame secondarie. I vuoti narrativi sono abilmente riempiti dalla regista, per esempio, con una coreografia capricciosa in un momento particolare, e in altri casi con magnifici assoli musicali.

I costumi, firmati da Clara Peluffo Valentini, sono molto ben curati, esteticamente raffinati, e in certi momenti diventano parte integrante della scenografia, grazie alla loro delicatezza e scelta accurata. La scenografia di Daniel Blanco è funzionale, con un alto grado di estetismo, e l’illuminazione di Albert Faura è ben riuscita, contribuendo efficacemente all’impatto visivo dello spettacolo.

Un inizio di stagione molto speciale e significativo per il Teatro de la Zarzuela.

Ricardo Ladrón de Guevara
(19 ottobre 2024)

Originales en español

La obra que nació Zarzuela,
se convirtió en Ópera
y el tiempo la ha hecho inolvidable

La Temporada 2024-2025 abre puertas en el madrileño Teatro de la Zarzuela con una de las piezas con más hondo calado en su público y que más veces ha sido cabeza de cartel en las Temporadas anteriores. La Ópera de Emilio Arrieta “Marina” con libreto de Francisco Camprodón y Miguel Ramos Carrión; cuya historia tiene tanto salero como ella misma, pues fue estrenada en el majestuoso Teatro Real en 1871 haciendo la salvedad de que dieciséis años antes había sido Zarzuela.

En esta ocasión recae en la siempre impecable dirección de escena de Bárbara Lluch la responsabilidad de traerla al 2024. Haciendo dupla con el genial José Miguel Pérez-Sierra como director musical, frente a la Orquesta de la Comunidad de Madrid.

La música protagoniza y llena todo. Cada una de las notas musicales que están en su partitura constituyen un verdadero muestrario de joyas. La calidad de la composición musical es de alta factura. Tiene personalidad propia, tiene fin y finalidad y además posee una presencia emocionante y conmovedora. En pocas ocasiones una creación operística invita a cerrar los ojos y solo escuchar. El sonido acompaña y eso la hace aún mejor.

Y en el momento de hablar de las voces, merece un punto y aparte.

Y es que la riqueza de la calidad vocal que esta “Marina” conjuga es irrepetible y hace que el público vibre de emoción y existan incontables aplausos a lo largo de toda la representación. Por supuesto, las damas primero y hay que empezar con esa dama del canto que es Sabina Puértolas, soprano nacida en Zaragoza y dueña de un aparato vocal, simplemente magnífico. Cuando un artista conoce al detalle los alcances de su aparato, de su instrumento, enfrenta todo con seguridad y fuerza, porque no solo confía sino que además se conoce y se reconoce. Los giros, los juegos de falsas y verdaderas notas que hace consecutivamente son tan perfectos que además de incrementar la dialéctica de su personaje y definirlo logran causar en el espectador una verdadera adoración. Poseedora de un sonido limpio que ha educado gracias a sus estudios en Italia la Accademia Musicale Chigiana de Siena y en la Accademia Verdiana del Teatro Regio en Busseto junto al grande Carlo Bergonzi. Su interpretación de Marina es simplemente sublime.

Y el turno de los caballeros lo encabeza el tenor lírico gaditano Ismael Jordi que sube a escena a un Jorge muy suyo y muy exitoso. Su voz es maravillosa, es un tenor de voz con peso y con una actitud sonora que solo merece los mejores adjetivos. Dueño además de un saber estar en el escenario que lo destaca en todo momento y de cuya exhibición sale muy fortalecido como artista, conectando con el público en muchas ocasiones. Así como el público italiano lo ha podido reconocer en el Teatro de la Opera de Roma en un Rigoletto o el Teatro San Carlo de Nápoles con una La traviata y una  Lucia di Lammermoor o el Teatro de la Fenice de Venecia con La traviata, Un maravilloso tenor que brilla en este Marina también como lo hace el Roque de Juan Jesús Rodríguez barítono verdiano poseedor de una línea de canto personal y muy amoldable que le ha permitido con virtuosismo interpretar, hacer sentir y sobre todo llegar. Y por supuesto se merece cerrar con broche de oro el destacar el trabajo de Rubén Amoretti el barítono bajo cuyo timbre de voz es tan versátil que canta como bajo sin precedente en la historia del canto lírico. Llegando a un nivel de maestría con su Pascual que solo merece aplausos. Voces y artistas maravillosos que logran que la función tenga una rotundidad escénica innegable.

Marina es una historia simple y sencilla, que carece de tramas colindantes o subtramas. Es de planteamiento directo. Los espacios que quedan suspendidos la directora los llena, por ejemplo, con una caprichosa coreografía en un momento dado y afortunadamente en otros con solos de música.

El vestuario que firma Clara Peluffo Valentini es muy acertado, tremendamente estético y en ocasiones es parte viva del decorado por su delicadeza y atinada escogencia. La escenografía de Daniel Blanco, cumple. Y con un alto grado de esteticismo y la iluminación de Albert Faura está bien lograda y resulta elocuente para el impacto visual que persigue el montaje.

Un arranque muy especial y significativo el que protagoniza el Teatro de la Zarzuela en esta nueva temporada.

Ricardo Ladrón de Guevara