Madrid: nella Verbena de La Paloma vive lo spirito madrileno

Con un cast più che numeroso, questa magnifica versione di La Verbena de La Paloma sale sul palco del Teatro de La Zarzuela, soprattutto con grande eleganza; Questa colorata passeggiata attraverso il classico più classico di tutti, mostra una Madrid divertente, vitale e tremendamente viva. Se c’è qualcosa di palpabile è l’unità della squadra che esiste. Sono un insieme che, grazie ad una regia impeccabile, emoziona, colpisce, diverte e fa volare.

 

Il fortunato prologo comico-lirico firmato da Álvaro Tato è un ingegnoso aperitivo che commuove e incanta, per il buon gusto con cui è realizzato. Si tratta di una brillante introduzione intitolata Goodbye Apollo, che rende un omaggio molto speciale al ricordato teatro in cui lo spettacolo iniziò. Una miscela delicata, molto madrilena e molto distinta, in cui l’ambientazione è incorniciata facendo un po’ di storia e rivivendo quella che fu la perdita irreparabile di quella mitica sala teatrale, i cui posti furono occupati da coloro che realizzarono La Verbena de La Paloma, ciò che è oggi. Pieno di ricordi, di aneddoti e in cui quell’“essere madrileno” si rivela per creare il quadro in cui verrà poi tracciato un disegno incomparabile. Questo prologo ha soprattutto un buon uso dell’umorismo e della satira che lo rendono estremamente bello. Dovremmo assistere ad una prova finale, proprio dietro quello che è il vero set e dietro le quinte, conosciamo le particolarità e le personalità di ciascuno degli artisti, ma più di ogni altra cosa, facciamo la storia, conosciamo la storia e la porta è ci ha aperto il cuore. Nelle parole del suo autore e per determinarne l’importanza e chiarirne l’essenza, diremo “in omaggio ai tanti artisti che hanno fatto del Teatro de Apolo la cattedrale del piccolo genere”.

E il 17 febbraio 1894, è il giorno della prima assoluta all’ormai defunto Teatro de Apolo, e quattro anni dopo, conquista i palcoscenici del Teatro de la Zarzuela per rimanere definitivamente nella memoria di tutti. ‘La verbena de la Paloma’, composta da Tomás Bretón e su libretto di Ricardo de la Vega, è un punto di riferimento del genere e produzioni come questa ne dimostrano la validità. La messa in scena è semplicemente geniale. Sotto la regia e la coreografia di successo di Nuria Castejón e la direzione musicale del maestro José Miguel Pérez-Sierra, nel 2024 esplode di nuovo qui per dare il tono e diventare un successo al botteghino e al pubblico. Questo indimenticabile festival estivo è magistralmente ambientato da Nicolás Boni in una o due strade del quartiere La Latina, che per quelli di noi che hanno la fortuna di far parte di questo quartiere da più di due decenni, è un vero piacere riconoscere in questo scenografia, quel punto inconfondibile della città. L’illuminazione di Albert Faura è perfetta e le strutture che compongono il quartiere tradizionale non solo sono dotate di gusto squisito, ma sono anche funzionali e progettate per e dall’assemblea. L’emozione e la passione che viene trasmessa a ciascuno degli spettatori ha una radice fondamentale e cioè che il regista ha dedicato lo spettacolo ai veri eroi di Zarzuela, Pepa Rosado e Rafael Castejó, i suoi genitori. Questi, eredi della tradizione Apollo che rappresentano emotivamente tutti gli artisti e le maestranze di quello storico edificio d’arte. E come lei stessa dice: “Ci va!”

 

E come non potrebbe essere altrimenti, il livello raggiunto dalla musica è impressionante. Quella partitura brillante, nelle mani del maestro José Miguel Pérez-Sierra, direttore musicale e nuovo proprietario del Teatro de la Zarzuela, che si trova davanti all’Orchestra della Comunità di Madrid – titolare del Colosseo – per farci vibrare di emozione . Tutti canticchiamo e seguiamo con i piedi questo accumulo di emozioni, che è la musica composta da Bretón 130 anni fa che ti riempie il cuore di gioia.

E quando si parla del cast, l’eccitazione cresce ancora di più. Le voci di Borja Quiza, Milagros Martín, Carmen Romeu, Ana San Martín, Gerardo López, Gurutze Beitia o Rafa Castejón, solo per citare alcuni nomi e la magistrale interpretazione di Antonio Comas, sono una dimostrazione di virtuosismo, talento, voci eccellenti e una grande capacità interpretativa. Tutto il cast è meraviglioso, anche se non faccio tutti i nomi, li applaudo tutti e ovviamente il Coro del Teatro de la Zarzuela, diretto da Antonio Fauró.

 

Com’è giusto che sia, il punto visivo per eccellenza, risiede nell’universo colorato, emblematico e in perenne movimento di Shawls of Manila che Gabriela Salaverri ha messo nelle braccia e nelle mani più abili affinché riempiano tutto di colore e intrecci di frange tradizione infinita. Questa festa della Vergine di La Paloma, con musica e dramma squisiti, percorre le strade di La Latina; Gelosia, amore e flirt si intersecano con Chulos e Chulapas per regalarci gioia e delizia con uno dei gioielli più famosi dell’opera breve, la cui validità e brillantezza sono eterne.

Ricardo Ladrón de Guevara
(26 maggio 2024)

Originale spagnolo

Una castiza fiesta de color, pureza, fuerza, pasión en la que el tiempo lejos de detenerse simplemente corre, baila y canta porque viste un mantón de Manila eterno.

Con un más que amplio reparto, esta magnífica versión de La Verbena de La Paloma, sube el escenario del Teatro de La Zarzuela, sobre todo con mucha elegancia; Este vistoso paseo por el clásico más clásico de todos, muestra un Madrid gracioso, vital y tremendamente vivo. Si algo es palpable, es la unidad de equipo que existe. Son un todo, que producto de una impecable dirección, emociona, impacta, divierte y hace volar.

El acertado prólogo cómico-lírico que firma Álvaro Tato, es un ingenioso abre boca que conmueve y encanta, por el buen gusto con el que está hecho. Es una introducción brillante llamada “Adiós Apolo”, que hace un homenaje muy especial al recordado Teatro en el que se inauguró la obra. Un amasijo delicado, muy madrileño y muy distinguido, en el que se da marco al montaje haciendo un poco de historia y reviviendo lo que fue la irreparable pérdida de aquella mítica sala de Teatro, cuyas butacas ocuparon los que hicieron de La Verbena de La Paloma, lo que es hoy en día. Llena de recuerdos, anécdotas y en la que ese “ser de Madrid” se pone de manifiesto para crear el marco en el que más tarde se trazará un dibujo incomparable. Este prólogo tiene sobre todo, un fino uso del humor y la sátira que lo hace extremadamente bueno. Se supone que asistimos a un ensayo final, justo detrás de lo que es la escenografía real y entre bastidores, conocemos las particularidades y personalidades de cada uno de los artistas, pero más que nada, hacemos historia, conocemos la historia y se nos abre el corazón. En palabras de su autor y para determinar su importancia y clarificar su esencia, diremos “como homenaje a los muchos artistas que hicieron del Teatro de Apolo la catedral del género chico”.

Y es que el 17 de febrero de 1894, es el día del estreno absoluto en el desaparecido Teatro de Apolo, y cuatro años más tarde, conquista las tablas del Teatro de la Zarzuela para quedarse definitivamente en el recuerdo de todos. ‘La verbena de la Paloma’, compuesta por Tomás Bretón y con libreto de Ricardo de la Vega, es un referente del género y montajes como este demuestran su vigencia. La puesta en escena es simplemente brillante. Bajo la acertada dirección de escena y coreografía de Nuria Castejón y la dirección musical del maestro José Miguel Pérez-Sierra, en el 2024 irrumpe de nuevo aquí para marcar pauta y para convertirse en un éxito de taquilla y de público. Esta inolvidable verbena estival, está magistralmente ubicada por Nicolás Boni en una o dos calles del Barrio de La Latina, que para los que tenemos la suerte de formar parte de este barrio desde hace más de dos décadas, constituye un verdadero deleite reconocer en esta escenografía, ese punto de la ciudad inconfundible. La iluminación de Albert Faura es perfecta y las estructuras que componen al castizo barrio, están no solo dotadas de un exquisito gusto, sino que además son funcionales y están diseñadas para y por el montaje. La emoción y la pasión que se transmite a cada uno de los espectadores, tiene una raíz fundamental y es que la Directora ha dedicado el espectáculo, a los auténticos héroes de la Zarzuela, Pepa Rosado y Rafael Castejó, sus padres. Estos,  herederos de la tradición del Apolo que representan de forma emocionada, a todos los artistas y trabajadores de aquel histórico edificio del arte. Y como ella misma dice: “¡Va por ellos!”.

Y como no podía ser de otro modo, el nivel que alcanza la música es impresionante. Esa partitura genial, en manos del maestro José Miguel Pérez-Sierra, director musical y nuevo titular del Teatro de la Zarzuela, que se coloca frente a la Orquesta de la Comunidad de Madrid –titular del coliseo– para hacernos vibrar de emoción. Todos tarareamos y seguimos con el pie este cúmulo de emociones, que es la música compuesta por Bretón hace 130 años que te llena el corazón de gozo.

Y en el momento de hablar del elenco, la emoción crece aún más. Las voces de Borja Quiza, Milagros Martín, Carmen Romeu, Ana San Martín, Gerardo López, Gurutze Beitia o Rafa Castejón, solo por destacar algunos nombres y la magistral interpretación de Antonio Comas, son un alarde de virtuosismo, talento, excelentes voces y una gran destreza interpretativa. Todo el elenco es una maravilla, aún cuando no cite todos los nombres, los aplaudo a todos y por supuesto al Coro Titular del Teatro de la Zarzuela, dirigido por Antonio Fauró.

Como tiene que ser, el punto visual por excelencia, descansa en el colorido, emblemático y permanentemente, en movimiento universo de Mantones de Manila que Gabriela Salaverri ha puesto en los brazos y manos más hábiles para que lo llenen todo de color y giros de flecos y de tradición infinita. Esta fiesta de la virgen de la Paloma, con música y dramaturgia exquisitas transitan por las calles de La Latina; Celos, amor y devaneos, se cruzan con Chulos y Chulapas para darnos gozo y deleite con una de las más celebres joyas de la obra breve, cuya vigencia y brillo son eternos.

Ricardo Ladrón de Guevara

La locandina

Direttore José Miguel Pérez-Sierra
Regia e coreografia Nuria Castejón
Scene Nicolás Boni
Costumi Gabriela Salaverri
Luci Albert Faura
Personaggi e interpreti:
Actor 1º / Don Hilarión Antonio Comas
Fotógrafo / Don Sebastián Gerardo López
Barítono / Julián Borja Quiza
Tiple 2ª / Señá Rita Milagros Martín
Tiple 1ª / Susana Carmen Romeu
Tiple 3ª / Casta Ana San Martín
Característica / Tía Antonia Gurutze Beitia
Cantadora Sara Salado
Director de Escena / Tabernero Rafa Castejón
Actor 4º / Inspector José Luis Martínez
Comparsa 1ª / Portera Nuria Pérez
Regidor / Portero / Voz Alberto Frías
Apuntador / Guardia 1º Adrián Quiñones
Bombero / Guardia 2º Ricardo Reguera
Actor 3º / Sereno Mitxel Santamarina
Mujer del Actor 1º / Severiana Ana Goya
Actor 2º / Mozo 1º Andro Crespo
Ayudante del Director / Mozo 2º Albert Díaz
Pianista Ramón Grau
Collaborazione speciale Jesús Castejón
Orquesta de la Comunidad de Madrid Titular del Teatro de la Zarzuela
Coro Titular del Teatro de la Zarzuela
Mestro del coro Antonio Fauró

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